Podemos obtener una piel suave y humectada a base de una mascarilla de miel con aceite de oliva.
La miel al igual que el aceite de oliva son poderosos hidratantes y humectantes, a parte el aceite de oliva dejará como resultado final una fina capa en tu piel protegiéndola contra los agentes externos como el frío, viento, etc que la resecan.
(Véase también las propiedades cosméticas del Aceite de oliva y de La miel)
La aplicación de esta mascarilla aportará antioxidantes a tu piel y apoyará a frenar la aparición de los radicales libres, uno de los principales causantes de el envejecimiento de la piel.
Necesitamos diluir:
- 2 cucharadas pequeñas de miel en,
- 1 cucharada pequeña de aceite de oliva
La aplicamos en rostro, cuello y escote y la dejamos actuar al menos unos 20 minutos. Es posible que notéis un leve picor en las zonas de la cara que tenéis más resecas, eso es que la mascarilla está actuando. Pasado el tiempo eliminar la mascarilla con agua fría ( aumentar la circulación de la sangre), tendréis la sensación de que por más agua que os echéis la mascarilla sigue en la piel, pero no, es la película protectora que ha formado el aceite.
Por último, aplicaros la crema hidratante.
Podéis aplicárosla en cualquier parte del cuerpo que notéis áspera y reseca, como codos, rodillas, pies…
Obtendréis resultados increíbles.