Cuando meditamos, tenemos que estar presentes y silenciar la mente. Enfocar la atención a nuestra respiración natural.
Es muy fácil y simple meditar en nuestra casa o incluso en nuestra oficina (si no es muy ruidosa).
Elige un espacio lo más silencioso posible. Ponte cómodo/a, sentado/a con la espalda erguida, brazos algo separados del cuerpo, palmas de las manos mirando hacia arriba y con los ojos cerrados . Puede ser en el suelo, encima de un cojín o un Zafu (véase la entrada Cómo usar un Zafu para la meditación). Tómate unos cinco minutos sintiendo la respiración. Dejemos que «el aire entre y salga naturalmente» por la nariz, que no es lo mismo que «tomar aire».
A continuación recítate a ti mismo/a en voz alta una frase (por ejemplo «hoy va a ser un gran día») o un Mantra. Siente como vibra en tu cuerpo al recitarlo. Puedes acompañar el mantra con la visualización de un color ( por ejemplo el color correspondiente a un Chakra) para centrarte en ti misma si te resulta algo difícil.
Repite el mantra durante unos minutos, rebaja la intensidad de tu voz poco a poco hasta que te quedes con la mente en blanco, contigo misma. Acaba el ejercicio como lo has empezadao, constante de tu respiración natural.
Son tan solo 10-15 minutos al día. Es lo mínimo que nos deberíamos de dedicar a nosotros/as mismos/as. Sencillo y gratis.