Historia de la Reflexología podal, Reflexologia Podal

Historia de la Reflexología Podal

Sabemos que la Reflexología ha sido aplicada por los pueblos aborígenes de Norteamérica durante generaciones. Los Cherokees, desde hace siglos, han dado gran importancia a los pies para mantener un equilibrio físico, mental y espiritual. Masajearlos forma parte de una ceremonia sagrada, pues creen que los pies son nuestro contacto con la tierra y con las energías que fluyen a través de ella y además, por medio de ellos, el espíritu está vinculado con el universo.

Hacía ya varios milenios que en Oriente (China, Malasia, India, Egipto) se practicaba una forma muy rudimentaria de presiones sobre algunos puntos de la superficie corporal para aliviar ciertos trastornos.

La reflexología moderna nace esencialmente de los trabajos de principios del siglo XX llevados a cabo por dos americanos, los doctores William Fitzgerald y Eunice Ingham. Fue Fitzgerald quien propuso inicialmente la teoría de que el cuerpo humano se halla atravesado, en lineas longitudinales, por diez meridianos, que lo dividen en otras tantas zonas, cada una de ellas ocupada por determinados órganos cuyo “reflejo” se encuentra en áreas perfectamente definidas de los pies y de las manos.

Fitzgerald comenzó estas investigaciones en 1913 siendo médico Jefe del departamento de otorrinolaringología del St. Francis Hospital de Connecticut (EE.UU.) y las publico junto con el Dr. E.F.Bowers en 1917 en un libro titulado «Zone Therapie» (Zona terapia).

Otro médico, Dr. Joseph Shelby Riley que desarrollaba esta práctica hizo los diagramas y detalló los dibujos y la localización de los puntos reflejos en los pies (Terapia zonal, lineas transversales).

El Dr. Riley entabló conversación con Eunice Ingham, una masajista americana que sería la creadora de la terapia reflexológica tal y como hoy la conocemos. Los resultados no pudieron ser más positivos puesto que los enfermos, en los que aplicaba sus conocimientos recién adquiridos, manifestaron unas reacciones perfectas en cuanto a reducción del dolor, mejora de movilidad y recuperación natural.

Eunice Ingham abandonó su trabajo en el hospital para dedicarse por completo a la reflexología. Profundizó en su estudio escribiendo varios libros, entre ellos «Historias que los pies podrían contar», y elaboró el primer mapa reflexológico con las
correspondencias entre los órganos y entrañas con las distintas zonas plantares.

Ingham es considerada como la madre de la reflexología moderna.

Hay que mencionar que, sin la misma repercusión, ya en centroeuropa en el siglo XVI se pueden encontrar manuscritos con referencias a este tipo de terápia como el del Dr. Ball de Leipzig. Incluso en el ámbito anecdótico se sabe que el gran escultor y orfebre florentino Benvenuto Cellini se efectuaba fuertes presiones en pies y manos para aliviar los dolores que padecía.